Los hippie de Ibiza

Hasta finales de los 60 Ibiza era una isla rural, la más pobre de España, donde se maceraban los cereales en los molinos, se trabajaba en las salinas y la población vivía de una pesca y de una agricultura de subsistencia.

La calma de la isla llevó a muchos hippies de todo el mundo a trasladarse aquí, con el ideal de una vida más natural. Todos fueron positivamente impresionados por la tolerancia y la paz que encontraron en la gente local: “familias sencillas” que no se escandalizaban por nada y les dejaban disfrutar, mirando a estos “peluts” (como les llamaban los Ibicencos a los hippies entonces), con curiosidad y sonrisas, mientras que guardaban su estilo de vida y sus propias costumbres como el baile payés .
Empezaron años de locura, en los cuales se compartieron maneras de vivir, música, comida…

Tras el nudismo bohemio, nació una manera de vestir propia a la isla, la moda Adlib, de la cual la princesa Smilja Mihailovitch es representante.

La primera pasarela hippie se organizó en 1971, dando oficialidad al estilo hippie. En los años 80 uno de estos desfiles tuvo lugar en la Hacienda Na Xamena, de la cual en la foto abajo se reconocen los pasillos coloreados, los arcos blancos y la escalera de madera.

La población crece y en la isla se desarrolla un comercio que vuelve algunos empresarios millonarios, mientras que muchos ibicencos siguen viviendo en la pobreza del campo. Desde entonces, Ferraris y tractores comparten la isla.

En el 1973 abre la primera discoteca, Pacha, que sigue el club del mismo nombre abierto en Sitges pocos años atrás. Otro lugar histórico, Amnesia, se inaugura en 1976 y la antigua piscina municipal de San Rafael se convierte en el club Ku (hoy en día llamado Privilege) : aquí por primera vez se mezclan el día y la noche en un espacio exterior para bailar a borde de la piscina…

Una diversión informal, con personas sentadas en el suelo, con un contacto directo entre músicos y espectadores, con actores y artistas de alto nivel hablando con campesinos… todo fluye en Ibiza, donde la élite no tiene miedo de los paparazzis, la atmósfera se queda abierta, simpática, con una armonía y convivencia perfecta.

El 1975 se anuncia como el fin de los años hippie, los artistas ven “demasiado desarrollo en la isla”.

Es el boom del turismo: en 1980 son casi un millón los turistas, atraídos por el bajo coste de la vida y por la libertad que inspira la isla blanca. En los valles más tranquilos de la isla pasan ahora jeeps “safari” que llevan a los turistas a conocer la naturaleza y molestan la tranquilidad del campo con sus cámaras.

Los hippies que deciden quedarse encuentran por fin un negocio: el turismo vuelve sus mercadillos en verdaderas atracciones. Las Dalias y Punta Arabí son puntos de encuentro, escenas sociales. El chiringuito El Bigotes, desde el 1979 es un lugar que todo el mundo conoce, porque sabe unir las costumbres españolas y la comida local con esta nueva multitud internacional.

Los años 60 y 70 han pasado a ritmo de flower power, durante los cuales Bob Marley honora la isla con un concierto, en el 1978.

Con los 80s llega un nuevo ritmo: la techno representa una “nueva onda”.

En el hotel Pykes, Mick Jagger está de fiesta con muchos otros artistas de alto calibre. En 1986 Eric Clapton y Thin Lizzy dan unos de sus conciertos más legendarios. El 9 Mayo 1987 se instala una plataforma musical para el concierto de Freddie Mercury y Montserrat Caballé.

La creciente demanda de fiestas y de música abre nuevos escenarios vanguardistas, como el café Mambo donde se baila al aire libre mirando a la puesta de sol. Ibiza se convierte en la cuna de la música electrónica.